Resurgiendo del pasado
«Señoras y señores… ¿Qué le está pasando a este mundial? ¡Qué me lo han cambiado!». Así empecé una crónica de carrera hace ya 9 años… y así la vuelvo a empezar hoy, porque resurgimos del pasado. La primera crónica que escribo tras el cierre de la página, y la primera que escribo para la web. Y… claro, una crónica especial, tenía que venir de una carrera especial.
El circuito de Austin: entre la locura y la inspiración
Estábamos en América, ya sabes, la tierra de las oportunidades, los colgaos’ y las pistolitas. Una tierra que yo, personalmente, detesto y adoro a partes iguales… y más si hablamos de Texas, que es la América que mola, porque ya sabes que en el sur siempre están los mejores, y los peores. Y nos encontrábamos en el circuito de Austin, codiseñado por uno de los peroes mejores que he visto nunca; el volao’ de Kevin Schwantz, que metió todos sus sueños húmedos en ese trazado, ebrio, claro. Dicen las malas lenguas que lo dibujó en una servilleta de un bar, borracho a rabiar, mientras recibía una felación y le salió la ‘trichicane’. Locura máxima, la de aquella noche, digo, y el circuito. Otros dicen que se inspiró en Suzuka para esa parte del trazado y en otros circuitos para las otras partes, vamos, que hizo un mezclum con puntos de circuitos que a él le gustaban. Pero yo prefiero creerme la historia del bar, pues me parece más romántica, si cabe.
Maverick Viñales: el valiente
Pero volvamos al día de hoy. Porque hoy sí, hoy podemos decir que hemos tenido un carrerón de verdad. El espectáculo estaba en la pista, por primera vez en muchos años, y nos esperaba una carrera de esas que dan ganas de contar, no de potar.
Desde la pole salía uno de los pilotos más maltratados y talentosos que ha tenido este mundial. Don Maverick Viñales (1º), que se ha convertido en el primer piloto de MotoGP en ganar con tres marcas diferentes. Sí señor, esto es de pilotos valientes, como Rossi, Stoner o Kocinsky. Y otra cosa no, pero Mack siempre lo ha sido. Fue valiente mandando a la mierda a Yamaha cuando lo hizo, y no porque tuviese una moto mala, sino por cómo lo trataban. Allí, Mack, se ganó todos los respetos que le podían quedar, por mi parte, y ya se los empezó a ganar en Moto3, Ricard. Siempre ha demostrado que es un tipo de verdad. Y, hoy, ha vuelto a demostrar que también es un piloto de verdad, por si se te había olvidado ya… con tanto pilotito de aquí y de allá capaz de ganar. Pero cuando Mack está fino, no hay piloto que lo siga, primo, el problema es que por una cosa o la otra, afina menos que la tía que ha cantado el himno.
Pedro Acosta: el rookie cabrón
Hoy Maverick tuvo que remontar después de verse perjudicado por el pilotaje de los pilotos tontos, los pilontos, así los llamaré a partir de ahora. Pero el de Roses no se amilanó cómo acostumbra a hacer cuando le ocurren estas cosas en carrera, y fue remontando paso a paso, moto a moto, fino fino, y hasta el infinito. Desde que está en Aprilia ha vuelto a recuperar esa seguridad en sí mismo que parecía haber perdido en Yamaha. Poco a poco ha ido reformando a ese Maverick que tiene dentro de él y va volviéndose a reencontrar con su nivel real. El tío se ha adelgazado no sé cuántos millones de kilos y tiene menos grasa en el cuerpo que un luchador de la UFC cortando peso. De locos. Y no sé si eso es bueno, pero según dicen está enfocadísimo en esta temporada, y pese a lo que muchos imaginaban, está más motivado y en forma que nunca. Muchos hablan de su cabeza, claro, aunque hablan por la cerveza. Yo me fijo más en su endereza. Porque lo que ha sufrido Viñales en este mundial del paripé, es una de las injusticias más grandes que nos ha caído en toda la taza del váter. Así que tómate en serio a este Maverick de esta temporada, porque una de dos: Si no pasa nada raro estará luchando por el mundial, o dos; si pasa algo raro no lo verás callando, lo verás luchando, a palos. Por eso es de mi agrado.
El espectáculo en pista
Y otro que me agrada más que los Marlboros con champán es Don Pedro Acosta (2º), el tiburón de Mazarrón, el moscardón, el rookie cabrón, el del talentón, el pilotón, el ¡qué se yo! Llámalo como te dé la gana… ¡pero llámalo! Solamente lleva tres putas carreras y ya ni me sorprende verle haciendo lo que hace… ya lo veo hasta normal. Parece que llevo viéndolo correr en MotoGP desde el 2010… Sé cuando va a atacar, cuando va a perder, dónde debo observarlo para entender cómo está, sé ver, por fin, ¡sé ver otra vez! Esto no me pasaba desde hace mucho tiempo ya, y no es por él, es porque hay carreras otra vez, joder. Por primera vez en muchos años, lo que pasa en pista, coincide con lo que ves… ¿Te has dado cuenta? ¿Cuánto hace que no te pasaba? Recuerda, recuerda… que te dará hasta vergüenza.
Pero hoy las cosas tenían sentido. Cuando he visto el salidón que se ha pegado Acosta y que lograba ponerse primero en la primera curva, a salvo de las embestidas que dan los pilotontos por detrás, y pudiendo encontrar su sitio desde el inicio sin tener que remontar, he sabido que nos esperaba un carrerón ¡Copón! Aunque no me esperaba que fuese tan buena, y por parte de tantos pilotos.
Un trenecito en la pista
Las primeras vueltas fueron un trenecito persiguiendo a Pedro Acosta, formado por Bastianini (3º) y Jorge Martini (4º) pegados a rueda, detrás estaba Jack fucking Miller (8º) tocando los cataplines en medio del grupo, que seguía con Márquez (NC) y Pecco Bagnaia (5º). Y en 12ª posición se encontraba Viñales iniciando su particular remontadón.
La carrera prometía. Las primeras vueltas se mantuvieron más o menos así con varios adelantamientos de por medio. Resultaba frenético ver esas vueltas, y casi que ni me lo creía… ¿¡Esto es MotoPC o MotoGP!? ¡Joder! No sé qué actualización se les ha instalado en las centralitas, pero ¡Olé! Era bellísimo ver cómo los torpes adelantaban, que daba pena, y como los del guante adelantaban con una suavidad exquisita. Solamente había que ver a Pecco, Acosta o Viñales frente a los Martinis, Márquez y Millers… las tres Marías… de guasa, una retratada que te cagas, claro, esto es lo que pasa cuando los pilotos mandan. Ves a unos golpeando en cada adelantamiento, que ya no les quedan ni 2 alitas vivas, y ves a los otros entrando finos, por el sitio, y rectificando con suavidad si se equivocaban para volver a la línea… es maravilloso. Son carreras. Punto. Por eso estas son bellas y las otras una mierda.
Marc Márquez y sus altibajos
Hasta Marc Márquez protagoniza fines de semana bonitos, dignos de ver y aplaudir. Y este hubiese sido uno de ellos si no llega a ser por ese error que cometió llevándolo a besar el suelo, al intentar apretar para escaparse. Yo creo que él sabía que no estaba para ganar, pero no lo iba a aceptar. Yo vi la carrera con alguien y le dije antes de empezar; «Hoy, o gana Marc o se va al suelo, ya verás.» Y añadí: «Y lo que pase nos dirá cómo está él realmente». Porque son esas cosas de la vida que te ‘chivan’ el cómo se siente uno, los detalles. Por ejemplo, cuando vi en la UFC 298 salir a Ilia Topuria diciendo «yo lo soñé» mientras entraba al octágono con esa musiquilla de fondo, supe que iba a ganar. Y no porque fuese adivino, sino porque esas cositas son las «pistas» que te da la vida. Es como esa sensación que tienes cuando dudas en besar a una chica y, de repente, ¡pam! Se marca un Kevin Schwantz. Aclarando tus dudas de golpe. Pues, esto es lo mismo, o parecido.
No sé quién ganará el mundial, ni me importa mucho, la verdad, pero lo que sé es que veremos carreras de verdad. Y no sé por qué ni qué coño ha cambiado. Me da igual. Pero que siga así. Ahora solamente nos falta ver a las Honda y a las Yamaha dejar de dar tanto puto asco, por favor, dejad de hacer el tonto. Tres de mis pilotos preferidos (y seguramente tuyos, si tienes buen gusto) están allí metidos en ese martirio… Zarco (NC), Mir (NC) y Rins (NC)… y lo de Marini (16º) y Fabio es otro sacrificio. Nakagami (NC) me la pela, la verdad, y disculpas por eso. Pero es así… Una lástima tener a estos pilotos desaprovechados. Y aunque parece que nunca aprendo, todavía conservo la esperanza y espero verlos arriba otra vez. Pueden ser los nuevos Viñales y resurgir de sus cenizas. ¿Por qué no?
Y también lo espero de Márquez, aunque éste no está mal por motivos de moto… ya que el cabrón se fue a la mejor, pero ni así, eh… Ni con Ducati ni en su circuito predilecto. Lo triste es escucharlo a él mismo, sin escrúpulos ante los micrófonos, echando la culpa a todos y a todo menos a él, resulta bastante patético, pero bueno… más que nada porque cuando ganaba antes de empezar, y contra el Dovi, se atribuía a él mismo la innovación de codos y las salvaditas y las sobradas… menudas babas… qué carcajadas. Pero al menos volvemos a tenerlo por allí arriba, y esta vez sin tanto Brugal en vena, haciendo que se muestre su nivel real y nos valga la pena. Porque para nada va mal, y es un gusto verlo pilotar, si no fuese por tanto toque torpe en cada adelantamiento, pero a base de hostias aprenderá ¿o no? Porque desde Valentino Rossi que no veía a pilotos haciéndose respetar y retratando al personal. El otro día fue Pecco quien le enseñó a pecar, y hoy ha sido Martini el que le ha dado en el cogotini y casi le arranca otra alita al Márquez más malabarista.
Aunque para lecciones las que ha dado Pedro Acosta hoy al pilotonto de Jorge Martini… Durante la carrera sprint del sábado, Jorge, le hizo uno de esos adelantamientos torpe-toque a Pedro Acosta, evitándole poder luchar por el podio y haciendo que se descolgase. Pedro se la apuntó, y delante de los micros le mandó un recordatorio que el domingo se cobró. Así de genial es este chaval. Le adelantó en la misma curva que lo hizo él, y de la misma manera que hizo él ¡Raaas! A cagar. Y sin ser sucio ni ná’, simplemente marcando territorio y enseñando a pilotar. Casi ná’.
Casi que ni me creo que esto sea verdad… ¿Habré fumado demasiado estos años y ya no distingo la realidad? ¿Estaré soñando? ¿En coma quizás? ¿Qué está pasando? ¿Carreras de verdad?
MotoGPito.